domingo, 3 de junio de 2012

Dolor vs. Sufrimiento

Tomando como base la frase que le escuché en un webbinar a Anthony Robbins: "El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional", quise hacer una reflexión con respecto a ello.

Hoy escuchaba a alguien decir que sufrir es crecer, es aprender, es madurar. Si bien es cierto que el pasar por una experiencia dolorosa con una buena actitud nos ayuda a lograr todo esto, el sufrimiento, contrario a lo que se cree, nos conduce por un camino contrario. No es el sufrimiento lo que nos ayuda a crecer, a aprender y a madurar. Es nuestra actitud ante el dolor.

La sola palabra sufrimiento está asociada a otras emociones negativas como la tristeza, el odio, la depresión, las adicciones, el resentimiento, la soledad, los deseos de venganza, entre otras, las cuales minan el carácter del ser humano y si permanecen en el corazón, pueden transformar al individuo en un vil ser.

Nadie quiere sufrir. Todos quieren ser felices. Pero el dolor es, como lo dice Robbins, inevitable. Entonces, ¿cómo manejamos estas situaciones?

La elección voluntaria es el factor determinante en este tema.

La pérdida de un ser querido, un divorcio, la quiebra de un negocio importante (o único) o de un empleo, son experiencias que de seguro ocasionarán dolor emocional. Un accidente puede mutilar gravemente a alguien y esa persona puede pasar un indecible dolor físico y posterior dolor emocional por esa pérdida. Una enfermedad crónico-degenerativa ocasiona terribles dolores físicos de manera permanente en quien la conlleva, y su familia (y el individuo mismo) padecerán dolores emocionales como consecuencia de ello. No obstante, no es el dolor en sí mismo lo que genera el sufrimiento y las otras las emociones negativas. Es la percepción de ese dolor y la manera como enfocamos el impacto de éste en nuestra vida lo que las ocasiona.

Hay sólo tres fuentes de dolor en nuestra vida: 1) las consecuencias de nuestras propias decisiones, 2) las consecuencias de las decisiones de terceros y 3) las consecuencias de las acciones de la naturaleza. Piense en cualquier momento doloroso o difícil que haya experimentado y éste caerá en una de estas fuentes.

Viktor Frankl, prisionero de guerra en un campo de concentración nazi, experimentó dolores inefables tanto física como moral y emocionalmente. En su libro El Hombre en Búsqueda del Significado narra poderosamente la manera en la que él afrontó cada una de esas situaciones que terceros producían en su vida. Frankl no ocasionó este sufrimiento. Tampoco fueron las acciones de la naturaleza. Menos la Providencia o "el diablo". El dolor que padeció Frankl fue ocasionado por terceros: las decisiones de un hombre que se pensó superior al resto del mundo. De igual manera que el dolor ocasionado por la pérdida de la esposa que iba manejando y fue embestida por un conductor ebrio.

¿Cómo lidiamos con eso?

Frankl habla de la última de las libertades humanas. La fuerza consiente de elegir no sufrir, aunque se esté padeciendo un gran dolor, sea este físico o emocional. De proyectar la mente en situaciones de placer, mientras ocurre este dolor. Visualizarse en un futuro iluminado y libre de dolor físico y emocional. Muchos lo llaman fe o esperanza y es la forma más poderosa de enfrentar el dolor.

La elección voluntaria de no sufrir mientras se padece es lo que genera la actitud que permite enfrentar el dolor con buena disposición y con una visión de un mundo mejor, lo cual le permitirá irradiar una energía positiva en torno a usted que tocará para bien los corazones de quienes están cerca, proyectará una imagen de dignidad, fortaleza, entereza y pasión por la vida. No dará lástima ni caerá en compadecerse de sí mismo. Inspirará a otros a seguir adelante y será un ejemplo de perseverancia, liderazgo personal e influencia que perdurará en el tiempo. Será para muchos, comenzando con usted mismo, una luz en medio de una densa oscuridad.

Esto sólo es posible si elige no sufrir.

No se implica con estas declaraciones que las reacciones físicas y emocionales naturales al dolor como lo son el llanto, la necesidad de compañía y de escuchar palabras de aliento se tengan que suprimir. No. Son parte de nuestra naturaleza y debemos dejarlas tomar su curso por el tiempo necesario. De hecho, son estas reacciones naturales que como bálsamo nos permiten que sea más llevadero ese dolor.

Explorando un poco el ámbito filosófico del dolor descubrimos que el preguntarse "por qué" está padeciendo este dolor genera respuestas diferentes a preguntarse "para qué" está padeciendo este dolor. La primera no tiene respuestas satisfactorias. Todas conducen a la auto-compasión. La segunda inspira respuestas que lo proyectan hacia el futuro y crea espacios de aprendizaje y crecimiento como consecuencia de ese dolor.

Elegir preguntarse "para qué" es la clave para poder sobrellevar el dolor y salir triunfante. ¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Cómo podré ser un ser más grande a través de este dolor? ¿Qué legado puedo dejar si elijo vivir con dignidad este momento doloroso? Son algunas de muchas preguntas que se desprenden de ese "para qué".

Esto no quiere decir que al elegir no sufrir y tener una buena actitud usted está a gusto y de acuerdo con el dolor. Quiere decir que lo acepta porque no lo puede evitar, pero que no permitirá que ese dolor destruya su vida por completo.

El sufrir es una elección que usted hace voluntariamente. Recuérdelo. Nadie lo obliga a sufrir, aunque esa persona le esté ocasionando un gran dolor. Usted elige hacerlo. Por las razones que sean, usted lo elige. Pero así como puede elegir sufrir, también puede elegir no hacerlo y al elegir no hacerlo se despliegan ante usted una infinidad de nuevas posibilidades, un universo infinito de opciones positivas.

La próxima vez que se vea enfrentado a una situación de dolor físico o emocional, recuerde estas palabras: "El Dolor es inevitable, pero el Sufrimiento es opcional: ¡Elijo no sufrir!"


Nick Vujicic eligió convertir su dolor en su mayor fortaleza







10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, Raul! Me alegra mucho que te haya gustado el articulo. Compártelo todo lo que puedas. Son reflexiones positivas que elevan el espíritu. Muchas gracias!

      Eliminar
  2. Me uno a las palabras de JoseLuis: Elijo no sufrir :)
    El dolor y el sufrimiento, es como estar en un barco sin timón, no se llega a ningún lado. Hay que buscar cosas positivas que nos hagan felices y cuando llegue el dolor, el sufrimiento y el desánimo, los despedimos lo mas pronto posible.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Yajaira, es una decisión personal y nuestra voluntad de hacerlo y fe son determinantes. Gracias por tu valioso comentario!

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. No debeo preguntarme por que sino para que.... me llevo esto conmigo... gracias por compartir!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ada, qué gusto que te hayan quedado esas palabras. Son tuyas. Hazlas tuyas. Vívelas. Cambiarán enormemente tu visión ante las dificultades. Un fuerte abrazo!

      Eliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar